Un clásico

 En mi caso no podría ser otro que "Alicia en el país de las maravillas" de Lewis Carroll. Y es que desde que tengo uso de razón este ha sido uno de mis cuentos favoritos, a pesar de conocer otro tipo de versiones más cortas. 

No obstante, sin necesidad de haber leído la obra de Lewis Carroll, todos conocemos o habremos oído hablar alguna vez de Alicia, el conejo blanco o a la reina de corazones.

Por no hablar de todas las versiones cinematográficas que han hecho de este gran clásico que, como fan incondicional, no puedo decir nada malo de ellas, aunque si es cierto que me quedo con eso que se suele decir de "que es preferible el libro a la película"

En cuanto al clásico en sí, nos encontramos ante un relato moderno de finales del siglo XIX, que, como la mayoría ya sabemos, incorpora la fantasía, el humor y el absurdo, creando un mundo entre el cuento de hadas y el relato realista.

En cuanto a los personajes, en su mayoría animales, podemos observar que son todos personajes fantásticos, alocados, que nos llevan a espacios y situaciones disparatadas, caóticas, y hacen de la historia una historia atrayente, divertida en la que se engancha cualquiera.

Es un clásico que se divide en XII capítulos, que vamos conociendo junto a Alicia, como protagonista principal, las diferentes aventuras y situaciones que tiene que afrontar.

Es un clásico que desconcierta y que a su vez fascina, pero que vale la pena leer, puesto que desde el principio hasta el final no deja de sorprender con cada escena y te transporta a un mundo imposible donde todo es surrealista, fantasioso. 

En mi opinión, considero que es un libro que todo el mundo debería de leer, sea en el momento que sea porque, si lo lees en edad adulta, es capaz de transportarte a un mundo de niños.